Orizaba, Ver.- Migrantes venezolanos ocupan cruceros viales en Orizaba y municipios vecinos en busca de ayuda económica. Un grupo de indocumentados se ha instalado en los principales cruceros de Orizaba, Río Blanco, Nogales, Ciudad Mendoza e Ixtaczoquitlán.
Estos grupos, conformados por familias completas, solicitan ayuda económica para subsistir y reunir los recursos necesarios para continuar su camino hacia los Estados Unidos, su destino final.
Portando carteles que los identifican como venezolanos, los migrantes buscan sensibilizar a los automovilistas y transeúntes con mensajes que apelan a la solidaridad. De acuerdo con Jairo Guarneros Sosa, representante de la Coordinadora de la Sociedad Civil, este fenómeno tiene raíz en las crisis económicas y sociales que atraviesan países de Centro y Sudamérica. “Las condiciones de vida en naciones como Venezuela son cada vez más adversas, lo que obliga a miles de personas a buscar alternativas fuera de sus fronteras. Esto no va a detenerse, sino que irá en aumento”, advirtió Guarneros Sosa.
El flujo migratorio de venezolanos hacia el norte del continente no es un hecho aislado. Según los testimonios recogidos, se presume que este grupo pudo haberse desprendido de una caravana migrante que intentó llegar al centro de México, pero se vio obligada a dispersarse. Estas familias, al no contar con recursos suficientes para costear su travesía, han optado por instalarse en cruceros estratégicos para solicitar apoyo.
Los migrantes afirman que la situación económica en su país es insostenible, lo que los llevó a tomar la decisión de abandonar sus hogares y emprender un viaje lleno de riesgos e incertidumbre. En los cruceros, los niños y adultos mayores son especialmente visibles, buscando generar empatía entre quienes transitan por la zona.
La presencia de los migrantes ha generado opiniones divididas entre los habitantes de estos municipios. Algunos vecinos se muestran solidarios, ofreciendo alimentos, ropa o pequeñas cantidades de dinero; otros, sin embargo, consideran que la ocupación de los cruceros viales genera caos vehicular y riesgos para la seguridad tanto de los migrantes como de los automovilistas.
Las autoridades locales aún no han emitido un posicionamiento oficial respecto a esta situación. Sin embargo, organizaciones de la sociedad civil han comenzado a movilizarse para brindar apoyo humanitario, entregando agua, alimentos y orientando a los migrantes sobre sus derechos y posibles rutas seguras.
Jairo Guarneros Sosa hizo un llamado urgente a las autoridades estatales y federales para implementar políticas integrales que atiendan la crisis migratoria desde un enfoque humanitario. “No podemos ignorar que esta es una problemática que requiere soluciones coordinadas entre países. Estas personas no buscan otra cosa que sobrevivir y ofrecer un futuro mejor a sus hijos”, subrayó.
Mientras tanto, los cruceros de Orizaba y municipios vecinos se han convertido en un reflejo de las complejas dinámicas migratorias que enfrenta la región, evidenciando la necesidad de acciones inmediatas para atender esta crisis humanitaria.